¿Para qué un día del hombre?

Si bien hace ya mucho tiempo no escribía algo me parece que esta es una oportunidad de expresar mi opinión ante un dilema que afrontamos hoy día, y este dilema se llama feminismo.

Este artículo no será indirecto, pues hablaré del misándrico artículo de Nani Mosquera titulado ‘el absurdo día del hombre’. El artículo, además de presentar un claro resentimiento hacia los hombres, demuestra cuán berichudas pueden llegar a ser las feministas cuando un hombre habla de igualdad.

El artículo comienza de la siguiente forma:

“El día del hombre existe desde hace muy poco y en algunos sitios ni siquiera se celebra. Se aprovecha el mismo día del padre.

 

El hombre ha sido históricamente el que da, el que abastece, el que ha puesto las normas, el que da los permisos y el que decide.

 

Históricamente, porque afortunadamente esto ya está pasando al olvido en los países más desarrollados, sin embargo en otros estamos en el momento de transición y ajuste más conocido también como un período de pataleta.”

Históricamente… históricamente… ¿históricamente? Cuando encontramos este tipo de palabras o expresiones como ‘equis grupo de la sociedad trataba a ye grupo de la sociedad de zeta manera’ normalmente se hace con dos propósitos, para conseguir privilegios (como lo hace hoy día países como Grecia con lo de la ocupación nazi) y para difamar o disuadir a la sociedad de que el grupo equis no debería de ejercer ciertos derechos como la libertad de sentirse orgulloso por ser parte de ese grupo equis (como pasa con los blancos hoy día, quienes son tratados de racistas cuando dicen sentirse orgullosos de su descendencia europea).

El revisionismo histórico es, sin duda alguna, el arma más importante del feminismo a la hora de conseguir privilegios y pisotear los derechos de los hombres. ‘Período de pataleta’ lo llama Nani, ¿pero cuál es la pataleta? Vemos claramente a una mujer que no acepta que a los hombres se les dé un día al año para conmemorar al género masculino (aunque el día del hombre es el 19 de noviembre). Y la pregunta de la gente es, ¿por qué un día el hombre? ¿Qué conmemorar un día así? ¿Qué es más importante que 146 mujeres quemadas vivas en una fábrica? Y la respuesta es que no hay nada más importante que 146 mujeres quemadas vivas en una fábrica, eso, según la lógica de las feministas.

Datos arrojados en el 2005 mostraron que el 93% de los muertos laborales en Estados Unidos fueron hombres, un aproximado de 5300 hombres; datos publicados por el ISTAS mostraron que en el 2004 16000 personas murieron por causas laborales, de las cuales 14016 eran hombres. ¿Son acaso las muertes laborales masculinas a nivel mundial menos importantes que las 146 mujeres que murieron aquel 8 de marzo? Bajo los parámetros del feminismo moderno, ningún acontecimiento trágico ocurrido a hombres constata una importancia histórica.

La pregunta mía es, ¿por qué no hacerlo? Celebrar el día del hombre no es una actitud machista ni mucho menos una ‘pataleta’ como lo dice Nani, más bien sería un día perfecto para celebrar a aquellos hombres que hicieron mejor al mundo cambiando la historia para bien. Gandhi, Pasteur, Darwin, Washington y demás grandes en la historia contribuyeron al mejoramiento de nuestras vidas y del cambio en la sociedad mediante la creación de la medicina moderna, liberando a sus respectivos pueblos de la opresión monárquica y así se puede dar una gran lista de hombres con gran valentía; también podemos conmemorar la muerte de miles de hombres que mueren cada año en las guerras, quienes se sacrifican por defender a sus familias.

Entonces, ¿es machista y ‘narcisista’ pedir un día de homenaje a la figura del hombre protector quien se sacrifica por sus seres queridos? Al parecer no, y no hay ninguna pataleta feminista que pueda cambiarlo.

Termino este artículo con una cita textual de una feminista antifeminista de nombre Camille Paglia:

“Los hombres se han sacrificado y lisiado a sí mismos física y emocionalmente para alimentar, alojar y proteger a las mujeres y niños. Ninguno de sus sufrimientos y logros es registrado en la retórica feminista, que retrata a los hombres como explotadores opresivos e insensibles.”

Esperemos que los deseos de estas feministas de crear una sociedad basada en lo políticamente correcto y sus lloriqueos anti-igualistas no se hagan realidad.

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